jueves, 16 de agosto de 2007

MEDUSA, el arma del futuro

Aquí os dejo un articulo que me ha sorprendido bastante. Habla sobre un arma que, utilizando un rayo láser y microondas de gran energía, acelera electrones hasta que éstos alcanzan la velocidad de la luz y convirtiéndose así en un rayo capaz de atravesar hasta tanques y submarinos.

Prácticamente la totalidad de las armas que hay en uso en el planeta (y no son pocas) se basan en arrojar un trozo de materia a gran velocidad contra el enemigo. No hay prácticamente implementaciones prácticas de armas basadas en otros conceptos. Pero MEDUSA puede cambiar este panorama.

En realidad, una pistola no es más que un a versión sofisticada de la honda que David uso contra Goliat En la honda, un trozo de piedra es acelerado por el giro de la honda, y sale despedida hacia el enemigo, golpeándolo con una fuerza que depende de la masa de la piedra y de su velocidad. En la pistola, la explosión de la pólvora acelera un trozo de plomo, que impacta contra el blanco, con una fuerza que también depende de la masa de la piedra y de su velocidad. Es decir, hemos estado miles de años haciendo prácticamente lo mismo.

Por supuesto, se trata de un sistema muy efectivo: millones de muertos por armas de fuego de todo tipo pueden corroborar esto. Sin embargo, la industria bélica busca todo el tiempo la forma de innovar, y parece que Optima Technology Group ha encontrado una nueva forma de destruir un blanco.

En realidad, su arma MEDUSA es un rayo de partículas de alta energía, que promete destruir cualquier cosa que le pongamos delante: desde un avión a un submarino, incluyendo tanques, bunkers y por supuestos, humanos.

MEDUSA es un arma de rayos. Seguramente su nombre remite a la mitología, donde la mirada de la Medusa era capaz de transformarte en una estatua de piedra. MEDUSA, en cambio, puede transformarte en vapor. La combinación de un rayo láser y una explosión de microondas son el secreto de esta arma.

Por supuesto, no hay demasiados detalles técnicos (en realidad, nunca esperamos encontrar un plano de una arma así dando vueltas por la red), pero de lo que se puede leer por aquí y por allá, puede deducirse que MEDUSA acelera electrones a velocidades muy altas, dirigiéndolos al blanco. O sea, más o menos lo mismo de que hacia David, pero con piedras más pequeñas a velocidades más altas.

Los electrones generados dentro del mecanismo de MEDUSA se capturan en un tubo de vacio especial, llamado Klystron. Al ser acelerados mediante el láser y las microondas de alta energía, se transforman en verdaderos proyectiles mortales, con la energía necesaria para destruir rápidamente material orgánico e inorgánico.

El tubo klystron es el que se encarga de proporcionar energía a los electrones para que salgan despedidos a la velocidad de la luz. Una fuente de radiofrecuencia se encarga de sincronizar los electrones con el haz de microondas. Esto produce una especie de guía, por la que se desplaza el rayo sin dispersarse, permitiéndole alcanzar distancias grandes sin perder prácticamente energía en el camino.

El haz de un rayo laser convencional choca con las partículas que se encuentran suspendidas en el aire, como las gotas de la lluvia, polvo o niebla, que reducen dramáticamente su eficacia.

La ambiciosa compañía no especifica si tiene un prototipo funcional de esta tecnología o no, ni menciona cuándo MEDUSA estará en la vidriera de las tiendas. Pero si se encarga de aclarar que esta arma avanzada puede también tener aplicaciones civiles, tales como destruir asteroides que amenacen la tierra.

Todo parece indicar que mientras los chicos de Optima Technology Group siguen trabajando en MEDUSA, tendremos que seguir usando las pistolas de siempre para dispararnos entre nosotros.

30º aniversario de la muerte de Elvis

Que mejor manera de comenzar con este blog que escribiendo acerca de uno de los mitos del rock en un día tan señalado como hoy.

13.30 h del martes 16 de agosto de 1977. La última novia de Elvis Presley, Ginger Alden, se despertó en la residencia de El Rey de Graceland, en Memphis. Al no encontrarle en su habitación, se dirigió apresuradamente al baño, donde yacía en el suelo boca abajo. Elvis había muerto.

Un fulminante ataque al corazón, provocado por el consumo de más de 14 tipos de estupefacientes distintos, había sido la causa de su muerte a los 42 años de edad. Durante sus últimos años de vida, el artista había descendido en caída libre a los infiernos de la depresión, la obesidad (llegó a pesar 130 kg) y el consumo desenfrenado de drogas.

Heartbreak Elvis

Nada había ido bien en la vida personal de Elvis desde que su anterior esposa, Priscilla, se fugara con su profesor de karate, Mike Stone, harta de las constantes infidelidades de su marido. Priscilla se llevó con ella a la hija de ambos, Lisa Marie, y también una buena parte del orgullo del mito, que no aceptó que su mujer se enamorara de otro hombre. Elvis llegó incluso a ofrecer su fusil de asalto a su personal de seguridad para que acabaran con Stone, pero estos rechazaron la propuesta.

En los años posteriores a la espantada de Priscilla, en 1971, Elvis no levantó cabeza en el plano personal. Se había convertido en una parodia de sí mismo, con una apariencia más extravagante que nunca y una terrible adicción a las drogas con receta.

Durante los conciertos, era frecuente que olvidara las letras de las canciones y sorprendiera a los asistentes con interminables monólogos entre canción y canción. Pese a ello, no dejó de tener un éxito arrollador.

La vida de un mito

Elvis Aaron Presley había nacido en el seno de una familia humilde de la localidad de Tupelo, Mississipi, el 8 de enero de 1935. Las necesidades económicas hicieron que empezara a trabajar a edad muy temprana, y obligaron a la familia a mudarse a Memphis, Tennesee, en busca de una vida mejor. A los diez años, su padre le regaló su primera guitarra.

Tras acabar el instituo, Elvis comenzó a trabajar como camionero. Un buen día, decidió aparcar el camión y grabar un par de canciones en el estudio de Sun Records como regalo para su madre.

La suerte jugó a su favor: una secretaria de la compañía intuyó el talento de aquel joven blanco con voz de negro y habló con Sam Philips, el propietario. Tras dos nuevas visitas de Elvis al estudio para grabar otros temas, Philips no dudó en llamarle para ofrecerle un contrato.

El primer single de Elvis, That's allright mama, vio la luz en 1954. Un año después firmaría con RCA, con quien daría el salto al estrellato en 1955, de la mano del single Heartbreak hotel.

Su inimitable manera de mezclar los sonidos del blues con el country y el pop dio lugar al rock and roll, un género cuyos orígenes compartió con otros músicos como Bill Halley, Chuck Berry o Little Richard.

Durante los años la segunda mitad de los 50 y los 60, antes de embarcarse en su propia autodestrucción en la década de los 70, firmó clásicos como Love me tender, Don't be cruel o All shook up. También protagonizó más de una treintena de películas de calidad dudosa, pero que le reportaron grande sumas de dinero.

El rey de las ventas

A día de hoy, Elvis sigue vendiendo discos como si nunca hubiera muerto. Se calcula que ha despachado más de 1.000 millones de ejemplares de sus más de 80 discos publicados, entre elepés, recopilaciones, bandas sonoras y discos en directo.

Graceland, la segunda casa más visitada de EEUU tras la Casa Blanca, y donde actualmente trabajan 350 empleados, acoge hoy a miles de fans que volverán a recordar a su ídolo. Muchos de ellos mantienen la teoría de que aún sigue vivo en algún lugar.


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